Escrito por: Viviana Moyano Grimaldo Viñedo en Central Otago Tomada de: airnewzealand Al hablar de Nueva Zelanda, suelen venir a nuestra mente imágenes de maravillosos y tranquilos paisajes llenos de lagos cristalinos, escarpadas cadenas montañosas y hermosas llanuras atesoradas en un lugar idílico apartado del resto del mundo. Sin embargo, muchos no saben que esta lejana tierra, durante las últimas décadas, ha venido escalando grandes posiciones en el mundo del vino y más particularmente por la notable fama de sus característicos Sauvignon Blanc. Pero mal hacemos al pensar que Nueva Zelanda, como país productor de vino, se queda solamente en su distintivo Sauvignon Blanc de intensos aromas a fruta de la pasión, grosellas, flor de saúco y alta acidez. Es cierto que se trata de su producto insignia, pero no es lo único que tiene para ofrecer. De hecho, su clásico estilo de Sauvignon Blanc está evolucionando desde hace ya varios años hacia un estilo menos intervenido, estructurado y expresivo del propio terroir[1]. Adicionalmente, cada vez más es reconocido por la producción de vinos de otras variedades, como es el caso del Pinot Noir, que con sus particulares características ha sabido conquistar tanto a la crítica, como a miles de consumidores. UN JÓVEN PAÍS VINÍCOLA CON AMBICIÓN Si bien es cierto que Nueva Zelanda no es un país con una larga tradición vinícola, pues sus primeros viñedos se empezaron a cultivar hacia el año 1819 (por parte de un misionero anglicano llamado Samuel Marsden que trajo las primeras vides desde Sidney), su industria vinícola ha visto un enorme repunte desde mediados de los años 80’s gracias a que el gobierno comenzó a impulsar un modelo de viticultura que, como primera medida aconsejó el reemplazo de las variedades que hasta entonces se venían cultivando, como la Muller-Thurgau, por otras más internacionales como Chardonnay, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Merlot y por supuesto, Sauvignon Blanc[2]. Adicionalmente, su viticultura sigue evolucionando. En un comienzo sus vinos se solían orientar para un consumo a corto plazo y con una perspectiva de volumen. Hoy en cambio, están surgiendo proyectos más ambiciosos que tienen como objetivo obtener vinos màs complejos, elegantes y diversos para los consumidores, que se beneficien con el paso del tiempo. Los resultados han sido excelentes. Actualmente, Nueva Zelanda se considera un referente en el mercado vinícola mundial y ofrece vinos con un estilo único que según expertos como Jancis Robinson, “combinan los sabores de frutas puras bien conservados de la vinificación del Nuevo Mundo con la acidez natural de la uva asociada con el norte de Europa”[3]. No llega a ser aún uno de los mayores productores de vino, pero en 2022, su producción de vino alcanzó un máximo histórico gracias a las excelentes condiciones climáticas y la fuerte demanda internacional, situándose en 3,8 millones de hectolitros (un 44% más con respecto a 2021)[4]. Adicionalmente, su superficie de viñedos se ha multiplicado en las últimas décadas, alcanzando en 2021 un récord histórico de 41 mil de hectáreas[5]. CLIMA Y VITICULTURA ¿Pero qué factores naturales han posibilitado el desarrollo de éste modelo de viticultura exitoso? Nueva Zelanda se encuentra ubicada en el hemisferio sur, al sureste de Australia. En general, cuenta con un clima marítimo, lluvioso en algunas zonas, pero beneficiado con largas horas de sol por su cercanía al polo sur, con noches frías atemperadas por suaves brizas y largos periodos de maduración que permiten que las uvas alcancen altos niveles de azúcar, concentración de sabores maduros y una alta acidez. Adicionalmente, es atravesada de norte a sur por una cordillera de una altitud de hasta 3000 msnm., la cual crea una barrera contra los fuertes vientos provenientes del oeste, posibilitando la mayor parte de la viticultura del país en la zona este[6]. Sus terrenos se caracterizan por ser sumamente fértiles, lo cual, si bien no es un factor ideal para la viticultura que, suele desarrollar una mejor calidad en terrenos pobres, ha impulsado a los neozelandeses a crear técnicas de podadura y cultivo dirigidas a evitar que las vides adquieran demasiado vigor, convirtiéndolos en unos expertos en la materia a nivel mundial. Adicionalmente, la industria vinícola neozelandesa se encuentra fuertemente comprometida con la reducción del impacto ambiental y la sostenibilidad, lo cual marca un diferencial al momento de la importación de sus vinos. De hecho, actualmente el 96% de sus viñedos se encuentran certificados por el “Sustainable Winegrowing NZ Program”. Viticultura sostenible en Nueva Zelanda. Tomada de: The Buyer REGIONES VINÍCOLAS Las áreas de vino de Nueva Zelanda son tan diferentes que resulta imposible hablar genéricamente de "vino de Nueva Zelanda". De hecho, el país se encuentra conformado por dos islas: una al norte cuya cercanía al ecuador la hace más cálida y otra al sur mucho más fría, lo cual influye en el tipo de variedades y estilos de vinos que se producen en cada una de ellas. Hablemos un poco mas específicamente sobre cada una de sus regiones: Isla norte Auckland se encuentra ubicada en la parte más septentrional del país y fue tradicionalmente el corazón de la industria vinícola neozelandesa, aunque actualmente muchos de sus más grandes productores se han trasladado a otras partes del país. Principalmente se cultiva allí Chardonnay, Merlot y Syrah y es famosa por sus vinos tintos de altísima calidad producidos en la isla de Waiheke. Situada en la costa nordeste, se encuentra Gisborne, famosa por sus Chardonnay que, particularmente en esta región, se elaboran con barricas de roble, adquiriendo un carácter corposo con notas de fruta tropical madura, vainilla y mantequilla. También produce algunos ejemplares de alta calidad de Gewürztraminer así como vinos corposos de Pinot Gris. Viñedo Bodega Villa Maria en Gisborne. Tomado de: villamariawines Igualmente, situada en la costa este del país, se encuentra Hawkes Bay, la región más caliente del país, el segundo territorio con mayor extensión de viñedos plantados y una de las zonas de cultivo de la vid más antiguas de Nueva Zelanda. Ha ganado fama principalmente por la producción de variedades tintas como la Merlot o Cabernet Sauvignon, con las cuales se elaboran excelentes blends de estilo bordelés. Así mismo, está produciendo interesantes vinos premium de Syrah. Viñedo Bodega Villa Maria en Hawkes Bay. Tomado de: villamariawines Finalmente, ubicada en la punta sur, se encuentra Wairarapa, hogar de los que podrían se catalogados como los mejores Pinot Noir del país, particularmente por sus ejemplares provenientes de la zona de Martinborough, caracterizados por tener un cuerpo medio a lleno y notas de ciruela negra madura y especias, que le han hecho adquirir a Nueva Zelanda un gran reconocimiento mundial en la producción de vinos de esta variedad. Isla sur En la parte más septentrional de esta isla, se encuentra Marlborough, lugar en el que se encuentra el mayor número de viñedos del país y en donde se producen los Sauvignon Blanc más afamados de Nueva Zelanda. Algunos de ellos provienen de la zona de Wairau Valley que con un clima más cálido y similar al de Martinborough, tienden a expresar notas de fruta tropical. Otros ejemplares, provienen de la zona de Awatere Valley que, con un clima más frío, seco y ventoso, produce ejemplares con una mayor acidez y un carácter más herbáceo. También Marlborough ha establecido una buena reputación por la producción de elegantes vinos espumosos elaborados con Chardonnay y Pinot Noir bajo método tradicional y por la producción de espumosos de Sauvignon Blanc en método Charmat. Viñedo de Marlborough. Tomada de: Treksplorer Por otra parte, encontramos a la fría y húmeda región de Nelson, ubicada en la parte noroccidental de la isla, donde predomina la producción de Sauvignon Blanc, Pinot Noir y Pinot Gris. Luego en la parte central de la costa este, se encuentra la región de Canterbury que, si bien produce en mayor cantidad Sauvignon Blanc y Pinot Noir, ha desarrollado una excelente fama por la producción de Riesling en la zona de Waipara. Finalmente, encontramos a Central Otago, catalogada por algunos como la región vinícola más meridional del mundo y que a diferencia del resto de Nueva Zelanda, cuenta con un clima continental y una altísima exposición solar, por lo cual sus vinos tienden a ser más corposos, con niveles de alcohol más altos y un marcado sabor de fruta madura. Es una zona en plena expansión, que destaca particularmente por sus Pinot Noir aunque también otras variedades se cultivan aquí como la Pinot Gris, Chardonnay y Riesling [7]. En conclusión, podemos decir que Nueva Zelanda es un país en plena evolución en el campo vinícola que hasta el momento ha sabido mostrar su potencial pero que, con seguridad en los próximos años seguirá adquiriendo fama y cuota de mercado en el mercado vinícola mundial. [1] SCHIESSL, Courtney. The next chapter for New Zealand Sauvignon Blanc is anything but traditional. En: vinepair.com/articles/new-zealand-sauvignon-blanc-untraditional/ [2] MARTUL, Carmen. Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica. La Gran Aventura del Vino. Ed. El Club del Vino VIP. Págs. 34 y 35. [3] ROBINSON, Jancis. New Zealand. En: https://www.jancisrobinson.com/learn/wine-regions/new-zealand [4] OIV. Perspectivas de la producción mundial de vino. Primeras estimaciones OIV de 2022. Pág. 6 [5] OIV. Actualidad de la coyuntura del sector vitivinícola mundial en 2021, abril de 2022. Pág. 4 [6] TEPPER PALEY, Rachel. The Ultimate Guide to New Zealand Wine. En: vinepair.com/articles/the-ultimate-guide-to-new-zwaland-wine/ [7] Understanding wines: Explaning style and quality. WSET 3 Level award in wines. Ed. 2022, London UK. Págs. 170-172.
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VOLVER>>>>>autoraViviana Moyano, abogada, Wine Sommelier WSET 3, egresada del programa de "Vinos, Cafés y Otras bebidas" de la Escuela de Gastronomía Mariano Moreno, aspirante a sommelier AIS y apasionada por el vino.
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