tourigaUvas Touriga Un poco de historia Al hablar de la uva Touriga, es importante tener en cuenta que, existen dos tipos: la Nacional y la Franca (o Francesa). Aunque poco se sabe de sus orígenes, parece ser que, la primera de ellas proviene de la región de Dão, Portugal (ya que también se le conoce con el nombre de Preto de Mortágua, que coincide con el nombre de un pequeño pueblo de dicha área y su nombre se asemeja al de otro pueblo de la misma región llamado Tourigo) y la segunda, del Douro, Portugal, en donde al parecer coincide con la uva históricamente llamada Tinta da França o Tinta Francesa. Por ello, en los años 1940s, se le comenzó a denominar Touriga Francesa. Sin embargo, en el año 2000, pasó a llamarse oficialmente en Portugal como Touriga Franca, a efectos de evitar confusiones, pues esta variedad no tiene ninguna conexión con Francia[1]. Cuando a mediados del siglo XIX, arribó la Phylloxera en Europa, que como sabemos fue un insecto importado de Norteamérica que arrasó casi con todos los viñedos de ese continente, esta cepa prácticamente desapareció, lo cual además fue coadyuvado por el característico bajo rendimiento de la Touriga Nacional, hecho que impulsó a muchos viticultores a replantar posteriormente sus terrenos con variedades más productivas en su reemplazo[2]. Sin embargo, una pequeña producción se mantuvo en la región del Duero y el Dão y por fortuna, ambas variedades comenzaron a ganar bastante reconocimiento en la segunda mitad del siglo XX, no solo por formar parte del assemblage con el cual se produce el vino de Oporto, sino porque cada vez más, se están produciendo vinos de mayor calidad con las mismas, dado que Portugal ha avanzado bastante en materia de vinicultura durante este periodo y se ha comenzado a dar a conocer como un país productor de vinos de talla internacional, por lo que, los vinos de estas cepas han venido ganando un importante espacio, tanto en el mercado local como en el internacional, con su producción como monovarietal, en su versión tinta y seca. Actualmente se cultivan no solo en las regiones de Portugal del Douro y Dão, sino también en Australia, Estados Unidos, Sudáfrica, Chile y Brasil. Características de esta cepa La Touriga Nacional es considerada por muchos como la uva mas fina de Portugal y de hecho ha adquirido el estatus de “Uva nacional de Portugal”, pues es la que mas se cultiva en ese país. Se caracteriza por tener racimos compactos, sea pequeños o medianos, y sus bayas son pequeñas, redondas y de color negro azulado. Precisamente el tamaño de sus granos, hace que los mismos presenten una alta concentración de azúcar cuando están muy maduros y una alta acidez. Así mismo, el hecho de que su hollejo prevalezca sobre su pequeña pulpa, genera un alto grado colorante y una buena carga de taninos en los vinos. Por lo anterior, la vinificación de esta cepa debe ser muy cuidadosa, porque sus atributos pueden llegar a convertirse también en sus principales defectos, ya que la falta de control sobre esa exhuberancia que la caracteriza, podría dar como resultado la producción de vinos con una potencia excesiva. Adicionalmente, las vides de esta variedad son bastante resistentes a los hongos que suelen afectar a los viñedos ubicados en áreas con muchos microclimas, como es el caso del Duero. Hoja típica de la vid de Touriga La Touriga Franca en cambio, tiene un racimo compacto y sus uvas son de tamaño medio y ricas en fenoles. Lo anterior, hace que su rendimiento sea mucho mejor que el de la Nacional. Adicionalmente, es de maduración temprana y un poco sensible a hongos como el oidio y el mildiu. Como su origen no es muy claro, no se sabe bien si la Touriga Franca es una subvariedad o mutación de la Nacional o una combinación de la Nacional con otra uva. Lo cierto es que, se asimilan en el hecho de que ambas necesitan condiciones muy duras para mantener un vigor bajo, y estas condiciones son las que precisamente se dan en las laderas empinadas y áridas del Duero portugués (Douro). Por último, es importante resaltar que, mientras la Touriga Nacional añade cuerpo a los vinos, la Touriga Franca le adiciona finura, por ser más ligera y aromática. Por ello, no es cierto que la Touriga Nacional, por el hecho de ser considerada la “Reina de Portugal”, tenga mejor calidad que la Touriga Franca, sino que simplemente se trata de dos variedades con características particulares propias. Es por ello que, precisamente la famosa crítica de vinos Janis Robinson, ha dicho que la Touriga Franca es a la Touriga Nacional, lo que la Cabernet Franc a la Cabernet Sauvignon[1], haciendo un símil entre sus características (elegancia vs. potencia). Características de los vinos que produce Los vinos producidos con Touriga Nacional, generalmente contienen un buen contenido de alcohol, excelente concentración de color (de hecho, suelen ser oscuros), potencia, taninos finos y cuentan con una buena estructura capaz de soportar el paso en madera y el envejecimiento. Así mismo, presenta sabores intensos, concentrados y afrutados, con buena acidez y aromas a arándanos, ciruelas, a veces a menta y en ocasiones a especias, pero sobre todo se resaltan sus notas a violetas, que es un aroma muy particular y difícil de encontrar en la mayoría de vinos. Por su parte, la Touriga Francesa produce vinos con un cuerpo denso y una estructura firme, pero al mismo tiempo, elegante y con muchos aromas y sabores afrutados. Como regla general, los vinos sugieren notas florales de rosas, flores silvestres, moras y ciruelas. Adicionalmente, su fuerte concentración de taninos, facilita el envejecimiento y la guarda. Si quisiéramos definir la sensación que produce tomarse un monovarietal de cualquiera de ellas, creo que personalmente lo describiría como una explosión de frutos en la boca. Tiene razón el mercado al haber revivido la producción de estas cepas autóctonas, pues pocos vinos producen una experiencia semejante. También es importante señalar que, ambas uvas forman parte de las cepas con las que se produce el Oporto Ruby y Tawny (junto con la Tinta Roriz, Tinta Barroca, Malvasía y Tinta Barca), vino fortificado típico por excelencia de Portugal, al cual contribuyen imprimiéndole cuerpo, taninos sedosos y sabores frutales. Finalmente, se destaca que, en general son vinos perfectos para maridar con filetes de corte grueso cubiertos con mantequilla compuesta o queso azul. También con asados, carnes de caza, embutidos y quesos curados. Cuando se trata de Oportos, se pueden servir como un delicioso aperitivo frío acompañado de patés, quesos o frutos secos, o maridarlos con un plato fuerte de salmón ahumado o incluso, combinarlos al final con ciertos postres. [1] Touriga Franca. En: https://www.vinetowinecircle.com/en/castas_post/touriga-franca-3/ [2] MASCELLA ROSA, Sílvia. Touriga Nacional: tesouro nacional portugués. En: https://revistaadega.uol.com.br/artigo/touriga-nacional-o-tesouro-nacional-portugues_11850.html [3] ROBINSON, Janis. Vines, Grapes & Wines. Ed. Mitchell Beazley, 1986. Pág. 216
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AutoraViviana Moyano, abogada, Wine Sommelier WSET 3, egresada del programa de "Vinos, Cafés y Otras bebidas" de la Escuela de Gastronomía Mariano Moreno, aspirante a sommelier AIS y apasionada por el vino. BUSCADOR DE UVAS rojas
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