MOURVÈDREUvas Mourvèdre o Monastrell Un poco de historia Se trata de una típica variedad tinta del Mediterráneo español y francés, conocida internacionalmente con el nombre de Mourvèdre y en España con el nombre de Monastrell. Los historiadores del vino sospechan que su origen es bastante antiguo y que tal vez fue introducida por los fenicios a España, por la zona de Barcelona, en el año 500 a.C. Lo cierto es que, las primeras referencias a ésta cepa, se encuentran en el territorio del antiguo reino de Aragón y más específicamente en la ciudad valenciana de Sagunto, que durante la época romana era conocida como Murviedro, denominación de la cual recibe su nombre actual. Posteriormente, se expandió por Alicante, Valencia y Cataluña. Así mismo, en el siglo XVI fue exportada a Francia, gracias a las rutas de comercio marítimas existentes entre la ciudad de Sagunto y la Provenza francesa, desde donde posteriormente se dispersó a las regiones de Languedoc Rousillon y Valle del Ródano. Aunque en un comienzo se le consideraba simplemente como una variedad para ser vendida a granel y mezclada con otras variedades, actualmente en España, es la segunda uva tinta de mayor importancia, después de la Tempranillo y con el tiempo ha ido tomando bastante fuerza en la región sureste de dicho país, cultivándose principalmente en las Denominaciones de Origen de Jumilla, Yecla, Bullas, Alicante y Almansa, lugares en donde ha venido adquiriendo un gran prestigio, desde los años 1990s, consiguiendo vinos capaces de competir a nivel internacional. De igual manera, la Mourvèdre se ha convertido en una importante variedad en Francia. Al respecto, fue un hombre francés llamado Lucien Peyraud, hijo de un comerciante en seda de Lyon, que tenía una enorme vocación vitícola y quien estaba casado con Lucie Tempier, hija de un viticultor de Bandol, quien se percató del enorme potencial de esta uva, al descubrir que, si bien sus vinos de jóvenes son más bien rústicos y poderosos, con el envejecimiento se van afinando e incluso, a los diez años de edad, resultan ser tan finos y complejos como los más grandes Burdeos. Con lo anterior, Peyraud inventó un nuevo estilo de vino: el Bandol tinto criado en roble. Pero existe una variedad de vinos en Francia que es la que principalmente ha posicionado a esta cepa bajo el foco internacional pues, en los años 1950s, Jacques Perrin, propietario de una de las mejores bodegas del Valle de Ródano, el Château de Beaucastel, decidió introducir esta variedad dentro de la mezcla de uvas que se destinan a la producción de los famosos vinos Châteauneuf du Pape, convirtiéndola en una de las principales uvas de esta región vinícola francesa junto con la Garnacha y la Syrah. Años más tarde, los hijos de Perrin crearon un vino especial en recuerdo a su padre “Hommage à Jacques Perrin”, usando esta cepa en casi dos tercios del ensamblaje, consiguiendo que tres de sus añadas: 1989, 1990 y 1998, recibieran la mítica nota perfecta de 100 puntos en la publicación del crítico internacional de vinos estadounidense Robert Parker, hecho que catapultó a la fama mundial a esta cepa[1]. Por otra parte, se resalta que su nombre presenta bastantes sinonimias, destacándose entre ellas los nombres de: Alicante, Bandol, Morastel, Morrastell, Torrentes o Vermeta y en el nuevo mundo se le conoce como Mataro, nombre procedente del pueblo de Mataró en Cataluña. Finalmente, es importante señalar que actualmente se cultiva esta uva no solo en España y Francia, sino también en Estados Unidos, Australia, México, Chile y Argentina. Características de esta cepa Sus bayas son pequeñas, esféricas, de color azul-violáceo intenso, piel gruesa, mucha pruina y pulpa carnosa e incolora y destaca por sus racimos medios-grandes y compactos. La uva Mourvèdre es una cepa típica de climas cálidos, como el Mediterraneo, que requiere mucho sol para poder madurar y suavizar sus taninos, aunque eso implique un alto perfil alcohólico. Por las anteriores características, se adapta muy bien a zonas con este tipo de condiciones climatológicas y una alta exposición solar, como pueden ser: Barossa Valley en Australia, Paso Robles, en California o Western Cape en Sudáfrica[2]. Así mismo, sus vides se desarrollan muy bien en suelos profundos, drenados, de arcilla y piedra caliza. Se trata tambien de una variedad de maduración tardía, con una media-alta resistencia a las sequías y a enfermedades como el mildiu y al oídio y muy sensible a la Botrytis. Hoja típica de la vid de Mourvèdre o Monastrell Características de los vinos que produce Esta variedad de uva es capaz de producir vinos de gran personalidad, estructurados, con una alta graduación alcohólica y un elevado nivel de taninos, sobretodo en años calurosos, que se dulcifican tras el paso por barrica. Adicionalmente, gracias a que contiene una fuerte concentración de antioxidantes, produce vinos bastante aptos para la guarda. Sus vinos destacan por su color rubí intenso, transmitir aromas de especias dulces, fruta negra (grosella negra, mora), fruta compotada, chocolate, toques vegetales de garriga o laurel, y ser bastante potentes en boca, tener acidez media-alta y un final persistente. Importante resaltar que, cuando son dulces, estos vinos adquieren aromas a pasas, higos secos, ciruelas, cáscara de naranja y chocolate negro. El vino Mourvèdre monovarietal no es muy común pues se le suele mezclar con otras cepas como Grenache, Syrah, Merlot o Cabernet Sauvignon para potenciar las propiedades de éstas y producir vinos suaves, estructurados, espumosos, rosados, finos o de alta gama. Al respecto, es preciso señalar que, precisamente uno de los vinos que se producen con esta uva como monovarietal es el famoso Fondillón (Denominación de Origen Alicante), uno de los vinos de postre más exquisitos, que incluso sedujo a Luis XIV, Shakespeare o Voltaire, y que requiere un envejecimiento en barrica de mínimo 10 años. También esta cepa se utiliza para para producir vinos rosados y vinos fortificados como los de Oporto. En cuanto a maridaje, en su estilo seco combina muy bien con carnes rojas ahumadas o a la parrilla, aves como el pato, estofados de conejo, cordero a las brasas con romero, costillas de res o salchichas de cerdo y ternera. También marida muy bien con acompañamientos como un arroz con verduras, lentejas o champiñones. Igualmente, es un excelente compañero de los quesos curados y particularmente de los que están hechos con leche de oveja. Finalmente, se resalta que combina muy bien en general con preparaciones que contengan lavanda, romero o tomillo, por sus toques especiados. Finalmente, cuando se vinifica como dulce, acompaña muy bien postres tales como los pasteles de crema o de frutas y los hojaldres. Igualmente, son perfectos para combinar con platos agridulces, como los que encontramos en la cocina asiática, guisos de carne y pescados, con los que armonizará por contraste. Otros platos con los que podemos disfrutar de estos vinos son los quesos, bien sean cremosos, azules o curados[3]. [1] DE LA SERNA, Victor. Universal, pero tardíamente reconocida: La monastrell vuelve a su casa. En: http://elmundovino.elmundo.es/elmundovino/noticia.html?vi_seccion=11&vs_fecha=200811&vs_noticia=1226352806 [2] GIL OBREGON, Raul. Revista El Conocedor, Cepajes: Mourvèdre o Monastrell. En: https://revistaelconocedor.com/cepajes-mourvedre-o-monastrell-2/ [3] Maridajes vino a vino: Monastrell. En: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/gastronomia/2015-05-16/maridajes-vino-a-vino-monastrell_794972/
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AutoraViviana Moyano, abogada, Wine Sommelier WSET 3, egresada del programa de "Vinos, Cafés y Otras bebidas" de la Escuela de Gastronomía Mariano Moreno, aspirante a sommelier AIS y apasionada por el vino. BUSCADOR DE UVAS rojas
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