merlotUvas Merlot Un poco de historia Se trata de una de las variedades de uva tinta, mas importantes a nivel mundial, proveniente de un cruce entre las cepas, Cabernet Franc y la no muy conocida Magdeleine Noire des Charentes. Su nombre, proviene del dialecto Bordelés (Francia), que traduce “mirlo” o “cría de mirlo”, posiblemente debido a que su coloración azul negruzca recuerda las alas de dichos pájaros o porque, precisamente los mirlos, suelen deleitarse comiendo estas uvas[1]. En cuanto a su historia, se cree que la primera vez que se usó la uva para hacer vino fue a fines de 1700 cuando un enólogo francés en la región de Burdeos (Francia), mencionó formalmente dicha uva como una de las cepas utilizadas en la mezcla de vino de Burdeos. A partir de este momento, la uva se extendió por la región y se hizo conocida por su capacidad única de agregar suavidad y sabores afrutados al vino. Por este motivo, comenzó a utilizarse de manera inseparable con la uva favorita de la región, la Cabernet Sauvignon, convirtiendo a esta pareja en los ingredientes principales de la mundialmente famosa mezcla de Burdeos. Así mismo, se extendió por la zona de Saint-Émilion y Pomerol (ambas ubicadas en Francia) para elaborar grandes vinos, uniéndola con la Cabernet Franc. Es así como, a medida que la popularidad de los vinos franceses, se extendió por todo el mundo, también lo hizo la uva Merlot. Y es que esta cepa, precisamente se caracteriza por su finura, elegancia y taninos aterciopelados que, aunque a veces presenta notas un poco herbales que la emparentan con la familia de la Carmenère, tiene una fuerza voluptuosa característica que precisamente la diferencia de la Cabernet Sauvignon. Al respecto, y refiriéndonos a las semejanzas que podría tener esta cepa con la Carmenère, se resalta como dato curioso en la historia de la Merlot que, en el siglo XIX, varios esquejes que se creía que eran de ésta variedad, fueron trasportados desde Burdeos a Chile. Sin embargo, en 1994, a raíz de que varios viticultores habían comentado con extrañeza que, en sus viñedos, donde se creía que solamente se encontraba cultivada la variedad Merlot, unas vides maduraban más rápido que las otras, un investigador de uvas llamado Jean Michel Boursiquot llevó a cabo un estudio de ADN entre las dos variedades, descubriendo que las supuestas Merlot, no eran tales, sino otra cepa distinta que con el tiempo se volvería la uva insignia de Chile: la Carménère. Lo cierto es que, la Merlot se expandió de una forma impresionante alrededor del mundo, lo cual causó que de alguna manera su imagen se afectara, pues se generó una sobreproducción en algunas regiones de los vinos derivados de esta uva, lo cual ocasionó que se comercializaran en el mercado, tanto vinos de muy buena calidad, como infortunadamente, vinos de muy malas características. Sin embargo, en el año 1990, los vinos de esta cepa comenzaron a adquirir nuevamente relevancia en el mercado, a partir de la calificación que recibió el famoso Chateau Pétruz en Pomerol, por parte de la revista Wine Spectator, con un puntaje perfecto de 100, convirtiéndose así en la botella de Merlot mas costosa del mundo, con un precio que podría superar los 2500 dólares, si es que se encuentra aún disponible algún ejemplar. Actualmente, se produce principalmente en Francia, en las regiones ya mencionadas, y en países como: Estados Unidos (Washington, Sonoma y Napa Valley), España, Italia (principalmente en la zona de la Toscana, Veneto y Friuli-Venezia Giulia), Rumania, Bulgaria, Chile y Australia. Características de esta cepa Se trata de una cepa con racimos cónicos y bayas pequeñas, de tamaño uniforme y piel gruesa, con coloración oscura en una tonalidad que varía entre el azul y el negro. Su pulpa es jugosa e incolora y de sabor agradable. Así mismo, sus racimos son cónicos alargados, con hombros marcados, no muy apretados y de tamaño medio o pequeño. Adicionalmente, es una variedad de brotación temprana por lo que, está expuesta a las heladas primaverales. Es sensible al mildiu y a la brotitis y en cambio, no suele ser atacada por el oídio. Así mismo, sus vides soportan poco la sequía y suelen adaptarse a distintos tipos de suelos, ya que es experta en encontrar reservas de agua. Finalmente, su producción es media-baja por cuanto no produce muchos racimos, aunque si tiene una buena fertilidad. Hoja típica de la vid de Merlot Características de los vinos que produce Como se ha mencionado anteriormente, la Merlot produce vinos monovarietales, pero también en blend con otras variedades. Como dicen algunos: es como una especie de “señorita simpatía” del mundo del vino[2] pues en todas las formas suele gustar a los amantes de esta bebida. En general, sus vinos en monovarietal se caracterizan por ser suaves, sin mucha complejidad, tener un tanino jugoso, acidez baja, cuerpo medio y aromas frutales como de ciruelas negras, confituras de frambuesa, moras, violetas, cereza negra y notas de chocolate. Así mismo, son ideales para beber pronto y de hecho, no se benefician mucho del añejamiento en botella. Cuando se mezcla con otras variedades, suele aportar flexibilidad y ligereza al conjunto permitiendo elaborar vinos de consumo fácil, beneficiándose a la vez, de la potencia de otras uvas y su capacidad de guarda, como ocurre con la Cabernet Sauvignon[3]. Sin embargo, sus características suelen cambiar dependiendo del clima en el que se cultiven sus vides. Es así como, en climas más cálidos, como el que se produce en Napa Valley, Argentina o Australia, el vino Merlot tiende a tener más cuerpo, color rubí violeta profundo y una mayor graduación alcohólica. Adicionalmente, suele ser más afrutado con aromas a mora, arándano, ciruela o frambuesa. También a menudo se encuentran aromas terciarios, provenientes de la crianza en roble, como de vainilla, chocolate y cedro ahumado. Igualmente, sus taninos son más refinados. En climas mas fríos, en cambio, como Burdeos, Saint-Émilion o Pomerol, así como partes del norte de Italia y Chile, los vinos suelen tener menos cuerpo, tienden al color granate rubí y tienen menos graduación alcohólica. Sus aromas y sabores son también más terrosos, como de setas, trufas o suelo del bosque. Adicionalmente, sus aromas evocan notas de fruta madura o ligeramente ácida como la frambuesa, cereza, ciruela, mora o arándanos; aromas florales como la violeta; y herbales como a hoja de tabaco, laurel o menta. De hecho, los vinos Merlot, provenientes de estas regiones, a menudo se suelen confundir con los Cabernet Sauvignon cuando se prueban en una cata a ciegas[4]. Finalmente, es importante señalar que, en cuanto a maridaje, si se trata de un monovarietal, dada su poca complejidad y facilidad para beber, se recomienda beber con comidas igualmente sencillas, como una pizza, un pollo a la barbacoa, jamones curados, cordero, una ternera asada, un lomo a la pimienta. También combinaría bien con quesos como el mozzarela, gruyere, parmigiano, gouda, roquefort, entre otros. Por otra parte, sí se trata de un blend de Merlot (como el Burdeos) que tiene notas terrosas, así como envejecimiento, combinaría mejor con carnes un poco más fuertes como un pavo asado, costillas de res, carne estofada o un filet mignon. Día dedicado a esta cepa 7 de noviembre. [1] WIESENTHAL, Mauricio. El gran diccionario del Vino. Cosecha 2011. Ed. Edhasa. Pág. 612. [2] NOWAK, Barbara y WICHMAN, Beverly. El Gran Libro del Vino. Ed. Panamericana, 2011. Págs. 54 y 55. [3] WIESENTHAL, Mauricio y NAVARRO, Francesc. La Aventura del Vino, La Uva y El Viñedo. Ed. Club VIP del Vino. Pág. 56. [4] PUCKETTE, Madeline. Wine Folly, Merlot. En: https://winefolly.com/grapes/merlot/
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AutorViviana Moyano, abogada, egresada del programa de "Vinos, Cafés y Otras bebidas" de la Escuela de Gastronomía Mariano Moreno y apasionada por el vino. BUSCADOR DE UVAS rojas
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