Viñedos prefiloxera en Italia: un viaje al pasado entre volcanes, altitud y arena

Viñedo de la Tenuta Firriato - Etna, Sicilia

​Durante años, escuché una afirmación que se repetía con mucha convicción una y otra vez en las catas de vinos: “Chile es el único país del mundo con vides prefiloxera.”  Hasta que un día, el vino —como suele hacerlo— me llevó por caminos inesperados.
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Como sommelier comencé a indagar. A preguntar más allá del discurso habitual. Y descubrí que no todo era como pensaba. ​Y aquí es donde la historia se pone verdaderamente fascinante.
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¿Qué significa que una vid sea prefiloxera?

​Retrocedamos a la segunda mitad del siglo XIX. Un enemigo invisible cruzó el Atlántico: la filoxera, un insecto proveniente de Norteamérica que comenzó a devorar las raíces de los viñedos europeos.

​La solución que se encontró fue radical: injertar las vides europeas sobre raíces americanas, resistentes al ataque. Así, se salvó el vino, pero también se marcó un antes y un después en la viticultura mundial.

Desde entonces, la mayoría de las vides del planeta crecen así: unidas por un injerto, mitad europeas, mitad americanas. Pero en algunos rincones del mundo, por milagro natural o condiciones extremas, ciertas vides lograron sobrevivir tal como eran antes de la plaga. Sin injerto. Puras. Originarias.

Chile es uno de esos santuarios, sí. Gracias a sus barreras naturales —el desierto de Atacama al norte, el océano Pacífico al oeste, la cordillera de los Andes al este y la Antártida al sur—, la filoxera nunca pudo cruzar sus fronteras. Y eso lo convierte en un verdadero museo viviente de la vitis vinifera.

Pero no está solo.

Italia: un refugio natural contra la filoxera

​Con una geografía tan impredecible como fascinante, marcada por alturas extremas y una riqueza de suelos volcánicos y arenosos, Italia logró conservar pequeños bastiones donde la filoxera nunca pudo abrirse paso.

En estos rincones excepcionales, la historia del vino no solo se cuenta, sino que sigue latiendo con fuerza. Es allí, en esas condiciones únicas, donde sobreviven algunos de los viñedos prefiloxera más antiguos y extraordinarios del mundo.

Valle d’Aosta – Prie Blanc a 1200 metros de altitud

Viñedo de la Cantina Cave Mont Blanc - Valle d'Aosta

Al noroeste del país, en la zona más septentrional de Italia, se encuentra el Valle d’Aosta, una región alpina de climas extremos. En la subzona Morgex et de La Salle, los viñedos alcanzan hasta 1200 metros sobre el nivel del mar, una de las altitudes más elevadas de viticultura en Europa.

​Aquí, la combinación de clima alpino severo y suelos pedregosos impide la supervivencia de la filoxera. La protagonista es la variedad Prie Blanc, que da lugar a vinos blancos secos, espumantes bajo método clásico e incluso Ice Wines, con una vibrante acidez, marcada mineralidad y notas cítricas, flor de saúco y hierbas aromáticas.

Emilia-Romagna – Los “vinos de arena” de Ferrara y Rávena

Viñedo "Duna della Puia" de la Cantina Mariotti - Emilia-Romagna

En el noreste de Italia, las provincias de Ferrara y Rávena guardan otra joya: los llamados "vini di sabbia" o vinos de arena. Esta denominación existe gracias a los suelos predominantemente arenosos y sueltos, imposibles de colonizar por la filoxera.

Allí, bajo la denominación Bosco Eliceo, se cultiva principalmente la uva Fortana, que produce vinos tintos frescos, de cuerpo medio, con buena acidez, fruta roja y toques minerales. Se elaboran en versión tranquila, frizzante, y también en estilos secos o dulces.
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Campania – Vesuvio y Tramonti, entre cenizas y acidez volcánica

Viñedo ubicado en Tramonti de la Tenuta San Francesco - Costa d’Amalfi, Campania

En el sur, Campania ofrece dos casos impresionantes de supervivencia prefiloxera:

En las laderas del imponente volcán Vesuvio, el suelo compuesto por arena volcánica, ceniza y lapilli ha creado una barrera natural para la filoxera. Aquí, se producen principalmente las variedades Piedirosso para los tintos y rosados, y Caprettone —también conocida como Coda di Volpe— para los blancos, en tipología seco, espumante y también licoroso.

En Tramonti, subzona de la denominación Costa d’Amalfi, la historia es aún más legendaria. Gracias a su terreno volcánico ácido, sobreviven aquí vides que podrían tener más de 300 años, cultivadas sin injerto. La variedad autóctona Tintore —prácticamente exclusiva de Tramonti— es la estrella de estos viñedos monumentales. También se encuentran otras joyas como Ginestra, Biancatenera, Pepella, Biancazita y nuevamente Piedirosso. Vinos profundos, complejos, llenos de identidad.

Cerdeña – Carignano sobre suelos aluviales y volcánicos

Viñedo "Cullurgioni" de la Cantina Santadi - Cerdeña

En el suroeste de la isla de Sant'Antioco, en Cerdeña, el paisaje se dibuja entre suelos volcánicos y tramos planos cubiertos de arena y materiales aluviales, donde la filoxera simplemente no logra establecerse.

Aquí, la protagonista es la variedad Carignano, cultivada bajo la denominación Carignano del Sulcis DOC, que da lugar a vinos tintos potentes, de color profundo, notas de frutas maduras, especias y versiones passito de gran estructura.

Sicilia – La fuerza del Etna

Viñedo "Vico" de la Cantina Tenuta Bosco - Etna, Sicilia

​Y cómo no hablar del Etna, el volcán activo más alto de Europa, ubicado en la zona nororiental de Sicilia. Sus viñedos crecen en suelos únicos, compuestos por lava, lapilli, ceniza y arena, lo que hace de esta zona una especie de laboratorio natural para la viticultura pura.

Allí se cultivan principalmente las variedades Nerello Mascalese, Nerello Cappuccio y Carricante, con las cuales se producen vinos elegantes, longevos, intensos, nacidos del fuego y la resistencia.
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Otras regiones italianas con viñedos prefiloxera

​La lista de joyas escondidas no termina ahí. Más allá de las regiones ya mencionadas, Italia guarda otros pequeños pero valiosísimos tesoros vitivinícolas que también resistieron el paso devastador de la filoxera.

En la isla de Ponza, en la región del Lacio, se cultiva la variedad Biancolella, en terrenos costeros y arenosos donde la plaga jamás logró establecerse. Más al sur, en la isla de Pantelleria —una perla volcánica frente a las costas de África y parte de Sicilia— la Zibibbo (o Moscato d’Alessandria) crece en suelos de origen volcánico, dando vida a algunos de los vinos dulces más fascinantes del Mediterráneo.

En Dolceacqua, Liguria, la variedad Rossese prospera entre terrazas empinadas y suelos pobres que la filoxera no pudo conquistar. En Campania, el complejo volcánico de los Campi Flegrei alberga vides centenarias de Piedirosso y Falanghina, mientras que en la zona de Aversa, la Asprinio —una uva con gran personalidad y acidez vibrante— sigue cultivándose a pie franco, a menudo sostenida en pérgolas altísimas que dan al paisaje un aire casi surrealista.

En Trentino-Alto Adige, las montañas también han sido aliadas. En Avio, sobre suelos pedregosos y altitud significativa, aún se conserva la variedad Lambrusco a Foglia Frastagliata, y en Revó, el Groppello di Revò mantiene viva una tradición que parecía condenada a desaparecer.

En todos estos rincones, ya sea por la altitud, la textura del suelo o el clima, la filoxera jamás encontró un camino. Y allí, como si el tiempo se hubiera congelado entre parras y piedras, la vid sigue creciendo con raíces propias, sin injerto, a “piede franco”, como orgullosamente lo llaman los italianos.

Un brindis a la autenticidad

Italia no solo resguarda una de las herencias vitivinícolas más ricas del mundo, sino que mantiene vivas cepas que sobrevivieron a una de las mayores amenazas de la historia del vino.

Cada uno de estos viñedos prefiloxera es una cápsula del tiempo, un rincón donde la tradición y la tierra se aliaron para proteger la esencia más pura del vino.
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En una era donde todo cambia, estos vinos nos invitan a mirar hacia atrás, a saborear la historia en estado puro.

​Así que la próxima vez que descorches una botella de Prie Blanc de Morgex, un Tintore de Tramonti o un Carignano del Sulcis... piensa que lo que tienes en la copa no es solo vino. Es la resistencia misma hecha líquido. Es un sorbo de autenticidad.
 
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Fuentes:

Associazione Italiana Sommelier. Il Vino in Italia. Milano, Ed. 2017.
Fregoni, Mario. FISAR: Immaginiamo una degustazione di vini da viti franche di piede. En: www.fisar.org/immaginiamo-una-degustazione-di-vini-da-viti-franche-di-piede/

Cannada Bartoli, Giulia. Malazè, III edizione Seminario Prephilloxera 2024: la viticoltura a piede franco” | Degustazione Campi Flegrei ed Etna: otto vini indimenticabili. Luciano Pignataro Wine and Food Blog. En: https://www.lucianopignataro.it/a/malaze-iii-edizione-seminario-prephilloxera-2024-la-viticoltura-a-piede-franco-degustazione-campi-flegrei-ed-etna-otto-vini-indimenticabili/261132/
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Proposta Vini. I grandi e tenaci franchi di piede, sopravvissuti alla filossera. En: https://www.propostavini.com/i-nostri-progetti/vini-franchi/