Escrito por: Viviana Moyano Grimaldo Viñedo de Stellenbosch Tomado de: venturists.net Con una historia llena de altibajos, causados por la colonización, guerras e incluso plagas, Sudáfrica ha logrado posicionarse en el mercado vinícola mundial a lo largo de los años, aprovechando su posición geográfica privilegiada, rodeada por dos océanos, montañas, con una variedad de suelos sin igual y un espíritu sumamente resiliente y explorador, llevándola a crear incluso una variedad autóctona como la Pinotage y a construir un nombre propio que cada vez despierta un mayor interés entre críticos y aficionados. El inicio de la viticultura sudafricana se remonta hacia el 1652, cuando el país se encontraba bajo el dominio holandés, gracias a la contribución de personajes como: Jan Van Riebeeck, un cirujano holandés enviado por la Compañía de las Indias Holandesas, quien se encarga de traer desde Europa a Ciudad del Cabo las primeras cepas y Simon Van der Stel, gran aficionado al vino, quien hacia el año 1679, decide crear su propio viñedo en la zona de Constantia. Luego con la llegada en 1685 de un grupo de hugonotes (antiguo nombre otorgado a los protestantes franceses de doctrina calvinista y quienes habían sido expulsados por Luis XIV de Francia y forzados a asentarse en otras naciones como Holanda) que conocían de viticultura, se supliría la mano de obra en dicho viñedo. Posteriormente en 1795, el imperio británico asume la soberanía del país, desplazando a los holandeses y cambiando de esta manera el curso de su floreciente industria vinícola. El área de viñedos aumenta rápidamente y el vino se exporta a todo el mundo, especialmente a Gran Bretaña. Pero a medida que aumenta el comercio británico con Francia, sus exportaciones de vino disminuyen. Adicionalmente, hacia 1880 comienzan las guerras Anglo-Boer y luego en 1885 arriba la plaga de la “Phyilloxera”, motivo por el cual, a principios del siglo XX, la industria del vino entra en una grave crisis. Como solución, el gobierno crea una cooperativa: la KWV que se convirtió en un monopolio que controlaba y compraba prácticamente toda la producción, con lo cual se crea un sistema que, si bien ayuda a sobrevivir a la industria, sacrifica la calidad por la cantidad. Por fin hacia la década de 1970’s la industria comienza a brillar nuevamente. Se producían para entonces buenos vinos a precios moderados con variedades internacionales y algunos productores independientes comenzaban a introducir mejoras y a asesorarse con expertos franceses. Sin embargo, la comunidad internacional comienza a imponerle sanciones a Sudáfrica por su política del apartheid, lo cual sume al país es un completo aislamiento. Sólo hacia 1994, cuando el apartheid finaliza, el país ingresa nuevamente en el mercado internacional del vino. El monopolio de la KWV comienza a perder terreno y a convertirse más en una empresa de apoyo a otras cooperativas, que en un organismo regulador y aparecen nuevos productores que quieren revolucionar la industria, focalizándose en la calidad[1]. Desde entonces, Sudáfrica ha venido ganando cada vez mas terreno en el mundo vinícola. Actualmente, los productores sudafricanos son vistos como verdaderos exploradores que buscan incansablemente estilos diferenciadores y cada vez imprimen mejores técnicas en sus elaboraciones, creando vinos de gran elegancia y reconocimiento internacional. Así mismo, se ha consolidado como uno de los principales países productores de vino ocupando la posición octava[2] en el mercado mundial y uno de los mayores exportadores de vino, alcanzando el sexto puesto[3]. VINOS Y VARIEDADES DE UVA Actualmente, la Pinotage y la Chenin Blanc, se consideran las uvas insignia del país. La primera por ser la única cepa nativa del territorio (nacida de un cruce natural entre Pinot Noir y Cinsault), la cual se usa como varietal para producir vinos ligeros de aromas a frutos rojos (cuando proviene de vides jóvenes), o corposos y de aromas a frutos negros y especiados (cuando proviene de vides antiguas). En otras ocasiones en cambio, se mezcla con variedades internacionales para producir el famoso “Cape Blend”. La segunda, por el estilo propio que han adquirido sus vinos que, a comparación de los famosos Chenin Blanc del Loira, son más refrescantes y secos o semi secos, sobre todo los que se producen con las vides más antiguas, que son más concentrados y elegantes[4]. Sin embargo, muchas otras variedades se producen con excelentes resultados en Sudáfrica. En cuanto a cepas tintas, la Cabernet Sauvignon es la más cultivada y goza de una gran reputación en los viñedos del Cabo. En ocasiones se usa como varietal y en otras se mezcla con Merlot o Cabernet Franc para crear blends estilo Bordeaux. La sigue en importancia la Syrah, que se elabora en un estilo más del Nuevo Mundo en las regiones más cálidas (muchas veces denominado como Shiraz) o en un estilo más del Ródano en las regiones más frías (a menudo indicado en la etiqueta como Syrah). También se encuentra la Merlot, que se usa cada vez más como varietal, aunque también suele mezclarse con Cabernet Sauvignon. Finalmente, existe una pequeña proporción de Pinot Noir en las zonas más frías, con la cual se crean vinos premium madurados en roble, usualmente con alguna proporción de barrica nueva. En cuanto a cepas blancas, la Colombard es la segunda uva blanca mayormente cultivada, después de la Chenin Blanc, mayormente utilizada para la producción de brandy. También se cultiva ampliamente la Sauvignon Blanc, caracterizada por sus aromas herbáceos, cuyos mejores ejemplares se producen en las zonas más frías en donde adquiere un carácter más cítrico y de fruta verde. Así mismo, la Chardonnay que en los últimos años ha logrado producir vinos de calidad excepcional[5]. CLIMA Y VITICULTURA Son varios factores los que influyen en el éxito de la viticultura del país. Aunque, Sudáfrica se sitúa en la punta más meridional del continente entre los 32 y 35 grados de latitud sur, lo cual hace que en general tenga un clima caliente, se encuentra bañada por dos océanos: el Índico y el Atlántico, lo cual brinda a sus zonas costeras un clima fresco para el desarrollo de la vid. Este es además un punto estratégico para el paso de las corrientes de aire frío Benguela y Cape Doctor que atemperan favorablemente su clima y permiten producir vinos más elegantes, ralentizando la maduración e intensificando los sabores de las uvas. Adicionalmente, cuenta con diversas altitudes derivadas de los sistemas montañosos que la atraviesan, lo cual resulta fundamental para el desarrollo de sus viñedos, el favorecimiento de la luz solar, la reducción del calor en horas nocturnas y la canalización de las mencionadas corrientes hacia el interno del continente, posibilitando la viticultura en territorios más alejados del mar. Finalmente, Sudáfrica es conocida por la variedad de sus suelos, lo cual permite cultivar distintos tipos de vides y a diferencia de otros países del nuevo mundo, varias de sus zonas vinícolas no requieren irrigación. REGIONES VINÍCOLAS El sistema de producción de áreas de Sudáfrica se basa en las unidades geográficas en las que se encuentra dividido el país. Dentro de ellas, como es el caso de Western Cape que es donde se produce el 90% del vino en este país, se subdivide encuentran las regiones como: Coastal Region, Cape South Coast y Breede River Valley. Éstas a su vez se subdividen en distritos y estos a su vez en wards. Partiendo de esta distinción veamos entonces las principales regiones vinícolas de Sudáfrica y por lo tanto de Western Cape: Coastal Region Viñedo de Stellenbosch Tomada de: fathomaway.com/ Stellenbosch es el distrito vinícola más famoso de Sudáfrica y el hogar de algunas de las mejores bodegas del país como Kanonkop's Paul Sauer, Meerlust's Rubicon and Warwick's Trilogy que son verdaderos íconos de la vinicultura sudafricana[6]. Principalmente produce Cabernet Sauvignon y Merlot (usualmente en blend estilo Bordeaux) pero también, Sauvignon Blanc y Chardonnay de alta calidad. Paarl se encuentra ubicado al norte de Stellenbosch y un poco más al interior del continente por lo que, tiende a ser un poco mas cálido. Produce principalmente Cabernet Sauvignon, Syrah y Pinotage, como variedades tintas y Chenin Blanc y Chardonnay, como blancas. Cape Town es el distrito más cercano a Ciudad del Cabo y alberga dos de los mas importantes wards: Constantia, hogar de algunas de las viñas más antiguas, de los Sauvignon Blanc con mejor reputación del país y del famoso Vin de Constance, un vino dulce elaborado bajo vendimia tardía con la variedad Muscat. Dentro de sus bodegas mas importantes se encuentra Klein Constantia. Así mismo, se encuentra el ward de Durbanville, famoso por sus Sauvignon Blanc. Paisaje típico de Swartland Tomada de: Wine Enthusiast Finalmente, Swartland, ubicada al nororiente de Stellenbosch, un distrito tradicionalmente conocido por la producción de vinos económicos, que en los últimos años ha tenido una transformación enorme hasta llegar a consolidarse como un punto de referencia en materia de innovación y producción de vinos premium. Es particularmente famosa por sus Chenin Blanc, cuyas viñas son bastante antiguas y por sus Syrah de altísima calidad. También un gran número de Cape Blends (tanto blancos como tintos) son producidos en este distrito. Breede River Valley Worcester, se encuentra al interno del continente, al este de Coastal Region y al norte de la región de Cape South Coast, por lo cual, su clima es notoriamente más caliente y seco. Produce principalmente Chenin Blanc y Colombard para destilados y también vinos blancos y tintos para producción de vinos económicos en grande volumen. Robertson, al este de Worcester, es ligeramente más frío, pero es igualmente una zona de producción de vinos económicos en gran volumen, aunque últimamente está produciendo excelentes Syrah y Chardonnay de buen cuerpo. Cape South Coast Viñedo en Hemel-en-Aarde Tomado de: stayatstonehaven.co.za Ubicada en la punta sur del continente, esta región goza de un clima más frío, permitiendo la producción de ciertas variedades que se favorecen con temperaturas más bajas.
Walker Bay es particularmente famoso por sus elegantes Chardonnay y Pinot Noir al estilo de Borgoña, sobre todo aquellos del ward Hemel-en-Aarde. Igualmente, produce excelentes ejemplares de Sauvignon Blanc, Merlot y Syrah. Finalmente, al noroeste de Walker Bay se encuentra el distrito de Elgin, conocida por sus intensos y frescos Sauvignon Blanc, sobre todo por los que se producen en el ward Elim, así como por sus excelentes ejemplares de Pinot Noir, Chardonnay y Syrah. En conclusión, podemos decir que Sudáfrica es un país vinícola que ha sabido sobreponerse a las adversidades de su historia y salir adelante con su espíritu resiliente e innovador mostrando al mundo su capacidad natural y humana para producir vinos que perfectamente pueden competir en el mercado internacional. El futuro de sus vinos es sin duda promisorio y seguramente su industria vinícola traerá muchas más innovaciones en los próximos años con las cuales seguirá reforzando su buen nombre. [1] MARTUL, Carmen. Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica. La Gran Aventura del Vino. Ed. El Club del Vino VIP. Págs. 49 y 50. [2] OIV. Actualidad de la coyuntura del sector vitivinícola mundial en 2021, abril de 2022. Pág. 8. [3] Ibíd. OIV. Pág. 16. [4] ROBINSON, Jancis. South Africa. En: https://www.jancisrobinson.com/learn/wine-regions/south-africa [5] Understanding wines: Explaning style and quality. WSET 3 Level award in wines. Ed. 2022, London UK. Págs. 160-161. [6] LOCKE, Joana. The ultimate guide to South African wine. En: https://www.thewinesociety.com/discover/explore/regional-guides/south-african-wine-ultimate-guide
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VOLVER>>>>>AUTORAViviana Moyano, abogada, Wine Sommelier WSET 3, egresada del programa de "Vinos, Cafés y Otras bebidas" de la Escuela de Gastronomía Mariano Moreno, aspirante a sommelier AIS y apasionada por el vino.
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